El mundo del cigarrillo electrónico ha recorrido un largo camino en poco tiempo tras su auge allá por el año 2013, cuando aparecieron los primeros modelos y fueron miles las personas que decidieron darle una oportunidad a este dispositivo tecnológico para dejar de fumar o, por lo menos, hacerlo de un modo menos nocivo para su salud.
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La realidad es que estos vaporizadores (cigarrillos electronicos) han logrado que un 92% de los españoles que lo han usado como método de cambio, hayan dejado de fumar. Y quienes lo han tomado como una vía para seguir haciéndolo de un modo menos perjudicial, han podido ser auténticos observadores -en este espacio de tiempo de apenas cinco años-, de la transformación física (y química), de dimensiones destacables, que han sufrido los cigarrillos electrónicos. La tecnología se ha convertido en la mejor aliada del vapeador.
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Nuevos modelos, nuevas posibilidades
Los primeros cigarrillos electrónicos que aparecieron en el mercado marcaron tendencia. Nacieron como esa alternativa y herramienta de reducción de daños por tabaquismo muy efectiva, que hoy siguen ofreciendo las mismas posibilidades reales que antaño, pero con una renovada imagen y con muchas posibilidades más, gracias a los avances técnicos que han permitido darle al cigarrillo electrónico nuevas formas y mejores funciones para satisfacer las necesidades de sus consumidores y garantizar, ante todo, comodidad y mayores prestaciones saludables.
Los nuevos productos han permitido a sus usuarios portabilidad, independencia, practicidad y, porque no evidenciarlo, sofisticación. Desde los denominados e-cigs, el aparato de pequeño tamaño y más conocido visualmente por su similitud a un cigarrillo normal, han aparecido como complemento de éstos las PPC, cajetillas con cargador portable para permitir la recarga de los cigarrillos electrónicos en cualquier momento. Para los amantes y añorados de las pipas, las e-pipes son otra novedad en la forma visual para “seguir fumando” sin dejar de lado este clásico dispositivo. El funcionamiento en todos ellos sigue siendo similar al de los primeros cigarrillos electrónicos, apuntando la introducción de las mejoras en los depósitos (claromizador), baterías y resistencias.
Si queremos, pero, hablar de innovación tecnológica en el mundo del cigarrillo electrónico y de un paso de gigante palpable en la anatomía y sofisticación funcional de éstos, debemos hablar de los MODs. Estos nuevos y avanzados equipos vaporizadores son la nueva gamma de cigarrillos electrónicos en el mercado, que ofrecen baterías recargables de gran capacidad (la mayoría ya, mediante cables USB) que permiten una mayor autonomía, con un sistema de voltaje y/o wataje regulable (tanto manual, como automático), que permiten sacar el máximo rendimiento a los claromizadores avanzados. Existen incluso modelos que ya incorporan en el dispositivo pantallas LCD de gran resolución en las que se facilita al consumidor menús configurables para adaptar las funcionalidades del cigarrillo a sus necesidades: voltaje regulable, detección automatizada de la resistencia del claromizador, personalización del dispositivo, control de la cantidad de vapor en las caladas y un largo etcétera de novedades sorprendentes para un elemento que, en definitiva, ha sabido acomplejar su sencillez sin dejar de lado, principalmente, su usabilidad, pero también, su imagen.
El mundo del fumador del cigarrillo electrónico sigue su proyección ligada estrechamente a la evolución tecnológica y a las exigencias de los vapeadores que ya no se conforman con lo básico. Veremos hasta donde llega ésta y seguiremos de cerca todas las novedades que han permitido equiparar tecnológicamente su progreso al de un teléfono móvil, por ejemplo, y transformar papel, tabaco y un filtro en un dispositivo al que aún le queda un largo camino por recorrer y un rol fundamental por ejercer.